Una ampolla es una señal del cuerpo, un aviso de que algo está mal. De acuerdo con Monara Dini, podóloga de la Universidad de California en San Francisco, ignorarla por mucho tiempo puede provocar que se infecte, que se lastime mucho la piel y que el tiempo de recuperación se vuelva más largo.
Las ampollas son provocadas por una combinación de fricción, presión y humedad. Cuando la piel se expone a mucha fricción en una misma zona, se forman una especie de “lágrimas”, entre la segunda y la tercera capa de la piel, mientras que la capa exterior se mantiene intacta. De manera que podemos ver una “bolsita” de líquido en la piel. Cuando la presión es demasiada, dicha “bolsita” se puede reventar y sangrar.
Aunque las ampollas no son una amenaza para la carrera del bailarín, son una molestia casi constante. Después de bailar en punta por muchos años te darás cuenta de que tu piel se ha endurecido y las ampollas serán cada vez menos frecuentes.
Un blog dedicado a la Danza, y en particular al Ballet. Aquí encontrarás tips, consejos, artículos y reflexiones útiles para estudiantes, maestros y aficionados a la danza. Este blog intenta también hacer justicia a la tradición de una disciplina artística no por menos difundida menos brillante, reconociendo el papel sobresaliente que tiene la danza como medio de expresión de nuevas sensibilidades y como espacio de experimentación. Imagen de fondo: Richard Young
lunes, 25 de agosto de 2014
Ampollas. Prevención y Tatamiento.
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