viernes, 8 de marzo de 2019

¿A qué edad se puede empezar a bailar en puntas?

En 2018, el Youth America Grand Prix añadió una regla acerca del trabajo en puntas:
Para los participantes menores de 12 años disminuyó fuertemente.
Para los menores de 11 años, quedó prohibido.




Los organizadores de la competencia hicieron estos cambios después de que los miembros del jurado, los maestros y otras personas expresaran su preocupación acerca de los estudiantes que fueron obligados a trabajar en puntas demasiado pronto. 
Larissa Saveliev, cofundadora y directora del YAGP, dice: "Hace diez años no teníamos estas reglas porque nadie progresaba tan rápido".

A medida que los prodigios del ballet se vuelven más jóvenes y sus habilidades más extraordinarias, muchos se preguntan: ¿Qué tanto es demasiado joven para bailar en puntas?

La mayoría de los maestros de ballet creen que el trabajo en puntas no es adecuado para estudiantes menores de 11 años (me incluyo). Algunos creen que incluso 11 años es muy apresurado.

Pero la pregunta es complicada por varias razones: 


En primer lugar, aún no se ha realizado una investigación exhaustiva para demostrar que el trabajo inicial en puntas antes de los 11 es perjudicial. 
 

En segundo lugar, la edad cronológica y la edad biológica pueden diferir significativamente. "La edad de 12 años podría ser una maduración de 9 o 15 años, dependiendo de la persona", dice Megan Richardson, especialista clínica en el Centro Harkness para Lesiones por Danza de Langone Health en la Universidad de Nueva York.

En la Academia de Ballet Vaganova, las niñas comienzan a trabajar en puntas alrededor de los 10 u 11 años. Pero hay un punto muy importante: en las instituciones rusas donde se enseña la técnica Vaganova, las jóvenes son elegidas cuidadosamente en función de su físico. Una vez aceptadas, entrenan diariamente con maestros altamente calificados para lograr su objetivo de convertirse en bailarinas profesionales de ballet.
 

Al contrario, en muchas academias; las clases de ballet se adaptan a una amplia gama de tipos de cuerpos y objetivos. La mayoría de las niñas hacen ballet como actividad recreativa. Solo unas pocas continúan su entrenamiento con el nivel de dedicación que requiere la formación profesional. Con dicha inconsistencia, se necesitan más años de preparación para poder bailar en puntas.

Las pruebas del Harkness Center for Dance Injuries


Los maestros tienden a evaluar si el alumno está o no preparado para el trabajo de puntas, desarrollando sus propios indicadores: de acuerdo a la forma en que apunta el pie, la línea de su tendu, la forma en que sostiene su torso, el frappé, la coordinación del fondu, etc. El problema de confiar 100% en la evaluación subjetiva, es que no todos los maestros tienen la misma experiencia. 

La mayoría de los estudiantes necesitan de dos a cuatro años de entrenamiento previo en técnica de ballet, antes de pasar a puntas. Deben ser capaces de lograr y mantener un equilibrio en demi-pointe alto con una sola pierna. Deben gozar de buena salud, no estar recuperándose de una enfermedad o lesión, y tener un peso normal. Deben tener la energía suficiente para tomar una clase completa de ballet varias veces a la semana.
La fuerza de la pantorrilla y el tobillo son esenciales, así como  la estabilidad y control del torso.

El personal del Harkness Center for Dance Injuries ha desarrollado tres pruebas objetivas que los maestros pueden usar junto con sus propias evaluaciones subjetivas:

1. La prueba del avión

Una de las pruebas que Harkness les pide a los estudiantes es que puedan ejecutar al menos cuatro de cada cinco pliés en una posición horizontal de "avión" mientras mantienen una alineación neutral de la parte inferior del cuerpo. 



2. Prueba de derribo 
La prueba de derribo consiste en ejecutar una sola pirueta en dehors, partiendo de 4ta posición, con un correcto retiré y la pierna de apoyo bien estirada, manteniendo una vertical. El aterrizaje debe ser lento, suave y controlado.

3. Prueba de salto con una sola pierna
La prueba del Sauté consiste en 16 saltos consecutivos con una sola pierna. El bailarín se califica de acuerdo a:

  • la capacidad de mantener la posición pélvica neutra, 
  • el tronco vertical y estable, 
  • la rodilla de la pierna de apoyo que deberá estar alineada con el dedo medio al caer, 
  • aterrizaje: dedo - metatarso - talón, 
  • la rodilla estirada y pie apuntado mientras está en el aire. 
Para pasar la prueba, al menos 8 de los 16 saltos deben ser ejecutados correctamente.
La prueba del Sauté ha demostrado ser una de las mejores pruebas para determinar si un bailarín es apto para bailar en puntas. 


Las placas de crecimiento óseas

Incluso si un niño de 9 o 10 años pasa estas pruebas, no significa automáticamente que esté listo. El trabajo en puntas multiplica la fuerza aplicada en un pie hasta 12 veces el valor de su peso corporal y los huesos jóvenes o preadolescentes son más vulnerables a las lesiones. 


Las placas de crecimiento son áreas de tejido en crecimiento que hacen que los huesos largos en los niños y adolescentes se desarrollen. Son la parte más débil del esqueleto en crecimiento.
Cuando las personas terminan de crecer, las placas de crecimiento se cierran y el hueso sólido toma su lugar.

"¿Tiene un niño de 9 años más riesgo de daño a las placas de crecimiento que un niño de 11 años? Sí, posiblemente. Esa es la conclusión", dice la Dra. Selina Shah, una médica especializada en medicina deportiva que trata a bailarines en Walnut Creek, California

En 2017, Shah publicó el primer caso reportado de cierre prematuro de la placa de crecimiento en una niña de 13 años que había comenzado a trabajar en puntas a los 10 años, lo que resultó en un segundo dedo del pie visiblemente más corto. "Puede ser más común de lo que creemos", dice Shah. "No creo que sea algo de qué preocuparse, pero sí creo que es algo que hay que tener en cuenta".



Shah no indica una edad específica para comenzar el trabajo en puntas. Más bien, dice ella, se trata de evaluar una combinación de factores. "Depende de su técnica, fuerza, control postural, flexibilidad, madurez para manejar las correcciones y escuchar lo que el maestro está diciendo", dice ella. 


También depende de cómo se estructura la clase introductoria de puntas.
Una cosa es que una joven estudiante haga elevaciones lentas en la punta frente a la barra, aprendiendo la colocación correcta y el control de la bajada durante 10 minutos al final de la clase. Bailar en puntas es otra cosa. La progresión de una a la otra, debe ser lenta y constante.

Hoy en día, existe una creciente preocupación de que las competencias y las redes sociales fomenten la formación de "bebés en puntas". Todos hemos visto, asombrados, videos de YouTube con niñas de 9/10/11 años que realizan variaciones como "el Cisne Negro" o el "Grand Pas". Es extraordinario que lo puedan hacer. Pero lo que deberíamos preguntarnos es: ¿será apropiado? ¿cuanta carga repetitiva reciben sus huesos? ¿Cuántos años tenían cuando empezaron con las puntas y cuántas horas pasan ensayando?

Larissa Saveliev, cofundadora y directora del YAGP, entiende el papel que desempeñan para alentar a los jóvenes prodigios a que sigan avanzando y, por lo tanto, la responsabilidad que tienen para pedir moderación. "Existimos para ofrecer una plataforma donde que los estudiantes se muestren", dice ella. "No queremos detenerlos. Sólo queremos que tengan un segundo para respirar, que se tomen un poco más de tiempo, perfeccionando los pasos y la calidad".



Los niños y sus padres suelen ser impacientes, no pueden esperar el momento para pasar a puntas y cuando se les explica que no está listos, se cambian de  academia a otra donde sí van a poder bailar en puntas.

Los maestros tenemos también la responsabilidad de educar a los padres sobre el proceso de las puntas; por medio de pláticas, conferencias, folletos informativos y enseñándoles que hay otras formas de alimentar la ambición de un niño, como inscribirlos en clases extras.

Si eres una joven que anhela el momento de pasar a puntas, recuerda que tendrás muchos años para bailar en un par de zapatillas de punta y la urgencia de lograr esto a una edad tan temprana es completamente innecesaria. Es mucho mejor tener las bases correctas.


Estar emocionada de pasar a puntas es una buena señal, una bailarina indiferente puede no tener la perseverancia necesaria para los ejercicios repetitivos que implica el entrenamiento de puntas. Pero no permitas que tu entusiasmo te tiente a usar las puntas en casa. La supervisión adecuada es tan importante que algunas escuelas exigen que sus estudiantes guarden sus zapatos de punta en el estudio. 

Y cuando estés lista para bailar en puntas, ¡felicidades! Has trabajado muy duro por este momento.


2 comentarios:

  1. Es increible cuando niños y padres por impaciencia piden!!! que usen las puntas sus hijos!!! Pero hay que tomar conciencia que todo, es un proceso!!!

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  2. Mi hija tiene nueve años y ya va a usar puntas

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