Una vez más, preparando la función escolar.
Los nervios de siempre, el estrés, la adrenalina, la organización y la desorganización, en fin, el caos absoluto. Y entonces me sorprendo a mí misma repitiéndoles a mis estudiantes las mismas palabras y los mismos consejos de siempre. Los nuevos aprenden y los que tienen más experiencia abren mucho los ojos y se me quedan viendo; aunque por dentro me estén haciendo tanto caso como a un cotorro que repite lo mismo una y otra vez (jajaja). Bueno, nunca está de más repetir los tips de lo que se debe y no se debe hacer en una función.
Especialmente para los chicos y chicas que no tengan mucha experiencia escénica, me parece que esto les va a ser útil:
Antes de la función:
- No faltes a los ensayos. Alguna vez una mamá me dijo: "Maestra, mi niña se va a ausentar dos semanas, lo bueno es que ya se sabe la coreografía" (imagínense la cara que le puse a la señora). Saberse la coreografía no es lo mismo que hacerla bien. Recuerda que el ballet no tiene límites, siempre puede hacerse mejor, y la única forma de asegurar una buena función es ensayando, corrigiendo, perfeccionando hasta el cansancio y más. Además, el maestro(a) hace correcciones sobre la marcha, algún paso que no sale o que no le gustó como se ve, simplemente lo cambia; y si faltaste ese día al ensayo, ya te perdiste de lo nuevo y te vas a atrasar.
- Calienta. Importantísimo, no llegues al ensayo sin antes haber calentado. Por tu seguridad, y para darte cuenta de cuales son los verdaderos límites de tu cuerpo al bailar una coreografía.
- Estudia en casa. El maestro te agradecerá mucho que estudies en casa los pasos que no te salen o las secuencias que no te aprendiste bien. No dejes el trabajo únicamente para el salón de clases. Hay personas que tardan un poco más en aprenderse las cosas, no es algo malo, simplemente tienes que poner mucha atención en el ensayo y estudiar en casa. De esta manera, no serás el más atrasado del grupo, y se aprovechará más el tiempo de ensayo para todos.
- Nunca "marques" los brazos ni la expresión. En México, decimos que "marcamos" cuando hacemos la coreografía simulando los pasos sin hacerlos al 100%. En ocasiones, el maestro(a) te pedirá que "marques" la coreografía, esto puede ser por muchos motivos: para darse una idea del diseño en el espacio de la coreografía sin que te agotes, para repasar y asegurarse de que te la sabes antes de ensayarla bien, etc. Un consejo: mientras seas todavía un estudiante, no marques los brazos; hay ciertas "manías" o malas costumbres que se quedan en los brazos y que después son difíciles de quitar como colgar el codo, engarrotar los dedos, o dejar de pasar por la posición correcta al hacer un port de bras. Usar los brazos correctamente no te va a agotar y te va a ayudar a ser siempre consciente de ellos. Tampoco marques las expresiones de tu cara, las actitudes, ni los acentos musicales; estamos siempre muy preocupados por la técnica, pero los elementos artísticos no debemos dejarlos de lado, ni siquiera cuando marcamos. Así te acostumbrarás a bailar así y el día de la función te saldrá más natural.
- Organízate. Llegó el momento de desempolvar esa agenda y darle un uso. Apunta las fechas de ensayos, los horarios, las pruebas de vestuario, ensayos en el teatro, etc. Preparar una función requiere mucha organización y debes ser capaz de coordinar todo eso junto con tus actividades cotidianas.
- No faltes al ensayo en el teatro. Es vital que un bailarín pise el escenario antes de la función. Es como un jinete con su caballo. No lo monta y espera que éste le obedezca a la primera. Antes deben conocerse, tenerse confianza, tranquilizarse el uno al otro. Con el escenario sucede lo mismo. Debes pisarlo, sentirlo y medirlo.
- El tiempo en el teatro cuesta. No pierdas el tiempo en el teatro ni lo hagas perder a los demás. Cada minuto de ensayo tiene un costo. No lo desperdicies. Atiende a las indicaciones y a las correcciones. Calienta y prepárate desde antes para que puedas estar en escena cuando te llamen y no tengan que esperarte.
- Practica el maquillaje. Sobre todo si tienes poca experiencia con el maquillaje teatral. Asesórate con tu maestro(a) sobre cómo debe ser el maquillaje para la función. Practica en casa: ponerse las pestañas postizas las primeras veces suele ser difícil.
- Prepara la maleta. Haz una lista con todo lo que necesitas: cada vestuario con todos sus complementos y accesorios. Prepara la maleta con anticipación, no el día de la función. Pruébate el vestuario. Revisa los cierres, botones y costuras por si tienes que hacer algún arreglo. Pruébate los adornos de la cabeza. Toma el tiempo que te lleva cambiarte de un vestuario a otro. Nunca está de más agregar unas mallas y un par de zapatillas extras, creeme, te pueden sacar de un buen apuro. ¿Guardaste ya las ligas para el cabello, el gel y el spray fijador? No olvides el desodorante, el estuche con el maquillaje y por supuesto, la crema desmaquillante para después. A mis estudiantes les recomiendo que no utilicen perfumes ni lociones, únicamente el desodorante. Hay gente que se marea con el olor de los perfumes y ésto sumado con los nervios y la adrenalina puede hacer que alguien se sienta realmente mal.
- Duerme bien. Trata de descansar. La noche antes de la función es difícil dormir. No te recomiendo que tomes medicamentos para dormir porque pueden afectar tu rendimiento al otro día. En lugar de eso, lee un libro, escucha música tranquila, busca algo que te relaje y te tranquilice.
- Levántate temprano, come bien. ¡No te quedes dormido el día de la función! Lévantate con suficiente tiempo de anticipación para que no te estreses. Come bien y con tiempo para que tu cuerpo digiera y no bailes con la barriga muy llena, pero por ningún motivo dejes de comer. Una barrita de chocolate unos minutos antes de la función aporta energía útil para bailar.
- Sé ordenado. A menos que te toque un camerino para ti solo, no dejes tus cosas por todas partes. Es fácil perder algún accesorio o una zapatilla en el camerino, durante la función, cuando hay tanta gente entrando y saliendo y cambiándose de vestuario. Ocupa únicamente el pequeño rincón frente al espejo que se te asignó. Por muy desordenado que seas, sabrás que tus cosas están ahí.
- Ve al baño. Poco antes de que empiece la función te recomiendo que vayas al baño. Es muy incómodo bailar cuando las necesidades fisiológicas nos distraen constantemente.
- No grites. Todas las personas que se encuentran en el camerino están nerviosas. No eres el único. No empieces a gritar, a levantar la voz o a desesperarte porque contagias a los demás y haces que todos se estresen. Mantén la calma, baja la voz y en lugar de alterarte, concéntrate en lo que tienes que hacer.
- No corras en las escaleras. Por mucha prisa que tengas, no corras, evita accidentes. El teatro está oscuro y debes tener cuidado con los escalones.
- No te asomes ni te dejes ver. A todos nos da curiosidad saber si nuestros familiares e invitados ya llegaron al teatro, si la sala está llena o falta mucha gente. No te asomes por entre los telones. Es una enorme falta de profesionalismo. Cuando termine la función sabras quienes estuvieron ahí. Cuando estés tras bambalinas, entre los desahogos, colócate donde no puedas ver al público; recuerda que si tu los ves, ellos también te ven.
- No toques nada. El teatro es un lugar hermoso, mágico, pero también peligroso. Está lleno de muebles, cuerdas, utilería, reflectores, contrapesos, en fin, si llegas a tirar algo puedes lastimarte o lastimar a alguien. Mejor no toques nada, no te recarges en lugares peligrosos y fíjate bien por donde caminas.
- No corras atrás del telón de fondo. Aunque tengas mucha prisa por llegar al otro lado del escenario, no corras. El viento que provocas al correr, mueve el telón y crea ondulaciones que el público puede ver. Así mismo, trata de no tocar ni mover las cortinas laterales (piernas).
- Cuidado con las luces laterales. Si tu teatro (es tuyo, por unas cuantas horas, piénsalo así) tiene reflectores laterales ten cuidado. No los toques, están muy calientes. No te acerques demasiado porque puedes quemar tu vestuario. No camines enfrente de la luz porque creas sombras desagradables en el escenario.
- No te frenes. Si tienes que salir corriendo o caminando del escenario, con otras personas detrás de ti; no te pares en cuanto salgas del escenario porque los de atrás, que siguen a la vista del público, se van frenando y se pierde el efecto de que todos abandonen el escenario corriendo. No pares hasta que te asegures que todos han salido, o haste a un lado inmediatamente para que puedan pasar los demás.
- No estorbes. Hay que mantener libres los pasillos que rodean el escenario (desahogos). Si quieres mirar, hazlo donde no estorbes a la gente que tiene que bailar, entrar y salir del escenario, moverse de un lado a otro.
- Agradece bailando. Cuando agradeces al terminar una coreografía, hazlo con la misma intensidad y actitud que cuando bailas. Ya habrá tiempo después de descansar, de limpiarse el sudor y de poner cara de "por fin se acabó esto".
- No dejes basura en el camerino. Recuerda que es tu teatro. Cuídalo y respétalo. No dejes el camerino lleno de basura. Levántala antes de irte y revisa bien que no hayas olvidado cosas.
- No comentes tus errores con el público. Habrá gente que se de cuenta de tus equivocaciones y gente que no. No comentes al público ni a tus invitados que te haz equivocado. Los errores se comentarán después con el maestro(a) y tus compañeros bailarines. Acepta los elogios del público con humildad y las críticas con inteligencia.
- Agradece a todo el personal. El éxito de una función, no está únicamente en las manos del bailarín y sus maestros. Es mucha la gente involucrada en este tipo de espectáculos: administrativos, iluminadores, diseñadores, tramoyistas, traspuntes, vestuaristas, personal de limpieza. Sé educado, no te vayas del teatro sin despedirte ni dar las gracias a quienes hicieron posible que tuvieras una de las mejores experiencias de tu vida. La gente que trabaja en el teatro recuerda bien a los artistas agracecidos y educados.
- ¡Festeja! Ya terminó todo, ya pasaron los nervios y la función salió tal vez no perfecta pero sí bastante bien. Diviértete con tus invitados, con tus compañeros, regálate un día de descanso y fiesta que te lo haz ganado.
- A trabajar. El bailarín siempre mira hacia adelante. No se detiene saboreando los gratos momentos. Lo pasado pasado, la lección aprendida y a trabajar muy duro para lo que venga después.
cuando mi hija entró a las primeras clases, lloró y lloró y lloró. Debo confesar que dudé en seguirla llevando, por el tema de que no le fuera a estar haciendo un daño en lugar de un bien. Ahora, con toda la experiencia de peinarla, vestirla, llevarla, ver como se ha desarrollado y sobre todo el gusto con que va a hacer sus "puntitas", me llena de orgullo. ¡No sé qué voy a hacer el sabado proximo Dios Mediante! Es tanta emoción... GRACIAS LORE Y ELI por esta experiencia. ¡nos vemos el sabado!
ResponderEliminarEsta muy padre el articulo, podría hacer uno de maquillaje en el escenario y el maquillaje dependiendo el tipo de baile? me seria de gran ayuda. gracias
ResponderEliminarQué buena idea! Veré que puedo preparar. Gracias por la recomendación :)
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